domingo, 27 de abril de 2014







La lección de la Jirafa

Cualquiera que vea por primera vez el nacimiento de una jirafa, muy probablemente pensará que la madre es la más cruel del mundo animal. Apenas la jirafa bebé sale del vientre materno, lo primero que trata de hacer es pararse sobre sus débiles patitas. Cuando lo logra, entonces ocurre lo que uno menos espera. La madre la patea hasta enviarla al suelo, para que se levante de nuevo. Si no lo hace, la madre insistirá hasta que lo logre.

Cuando la jirafa bebé finalmente logra levantarse, la madre la envía otra vez al suelo. Pero no se trata de «abuso infantil», en absoluto. La madre sabe que la jirafa recién nacida necesita fortalecer sus piernas lo antes posible para que pueda avanzar con el resto del rebaño. No hacerlo equivale a convertirse en un suculento desayuno para los hambrientos depredadores que abundan por los alrededores.

La conducta de la madre jirafa no es muy diferente de la de nuestros padres cuando intentan prepararnos para la vida. Lo que ellos quieren es equiparnos con principios y valores que nos permitirán no solo sobrevivir, sino también triunfar en una sociedad que se muestra cada vez más complaciente con el mal.

En el momento nos resulta fastidioso que nos impongan límites, pero la verdad es que, sin esos reglamentos, nuestro desarrollo integral jamás se haría realidad. Ya sabes a qué me refiero. A nadie le gusta que se le diga lo que tiene que hacer. Creemos que «nos las sabemos todas». Pero la realidad es que los adultos han vivido durante más tiempo. Ya saben por experiencia que sin límites no hay desarrollo. Durante años, cuando tuve tu edad, me costó entender por qué mis padres exigían el cumplimiento de reglas en nuestro hogar.

Ahora que yo mismo soy padre, lo entiendo perfectamente. Y doy gracias a Dios porque mis padres fueron constantes en la aplicación de esas reglas. Cuando tus padres te exijan obediencia, o cuando te «empujen» para que salgas adelante, recuerda que la jirafa madre patea a su bebé porque sabe que solo así podrá sobrevivir en un mundo hostil. Y recuerda, una vez más: SIN LÍMITES NO HAY DESARROLLO.

Enseñanza.- La naturaleza cada día nos revela conocimiento y hay que recordar la lección de la Mama Jirafa, nuestros padres nos inculcan principios y valores para estar preparados y triunfar en la vida.

lunes, 21 de abril de 2014



Media Frazada


Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los setenta años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, ahora brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera, y decidió por primera vez en su vida pedirle un favor. Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía el hijo con su familia.

 ¡Hola papá, qué milagro que vienes por aquí!
 Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además estoy cansado y viejo.
 Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que ésta es tu casa.
 Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
Entonces, ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡Me siento tan solo!.
 ¿Quedarte a vivir aquí? Si... claro...pero no sé si estarías a gusto. Tu sabes, la casa es chica...mi esposa es muy especial...y luego los niños...

 Mira, hijo, si te causo muchas molestias olvídalo. No te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano. No padre, no es eso. Sólo que...no se me ocurre donde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían...o solo que no te moleste...
¿Qué hijo?
 Dormir en el patio...
 Dormir en el patio... está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo de doce años.
 Dime papá.
 Mira, hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una frazada para que se tape en la noche.
 Sí, con gusto...y ¿Dónde va a dormir?
 En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.

Luis subió por la frazada, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
 ¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la frazada de tu abuelo?
 Sabes papá estaba pensando...
 ¿Pensando en qué?
 En guardar la mitad de la frazada para cuando tú seas ya viejo y vayas a vivir a mi casa.

Enseñanza.- No hagas A Otro Lo Que No Quieres Que Te Hagan A Ti.
 

domingo, 13 de abril de 2014



Ladrón de sueños

Ante un grupo de niños un hombre contó la siguiente historia: Marcos era el hijo de un humilde entrenador de caballos. Su padre ganaba muy poco dinero y solo podía cubrir las necesidades básicas para mantener a su familia y mandar al niño al colegio. Una mañana en la escuela, el profesor les pidió a los alumnos que escribieran cómo querían que fuese su vida cuando fueran adultos.

Marcos escribió siete páginas, esa noche, en la que describía su meta. Relató su sueño con mucho cuidado, detallando los pormenores e incluso dibujó un plano de todo el proyecto. Él deseaba una gran extensión de terreno donde tener una vivienda, establos para los caballos, corrales para diversos tipos de animales y tierras dedicadas a la siembra y a la ganadería.

El proyecto era un sueño perfecto. Después de trabajar en él varias horas, creyó tener el proyecto más ambicioso que un niño podría llegar a tener. Con ánimo de ganador, al día siguiente se lo entregó a su profesor. Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo reprobado y con una nota que decía: «Ven a verme después de clases» Marcos, muy enojado, fue a ver a su profesor y antes de que éste dijera algo, le preguntó: ¿Por qué usted me reprobó?

Tranquilízate y siéntate, creo que lo tuyo es un sueño imposible de concretar. No tienes recursos; tienes una familia muy pobre. Para lograr lo que quieres, necesitarías mucho dinero. Primero tendrías que comprar el terreno, pagar para construir todo lo que pretendes hacer, comprar los animales, semillas para la siembra y además tendrías muchos gastos de mantenimiento. Creo que es un proyecto millonario, que no estás en condiciones de lograr. Quiero que revises tu trabajo y consideres algunos aspectos más realistas; tómate unos días, vuelve con el nuevo trabajo y reconsideraré nuevamente la nota, le dijo el profesor.

Marcos regresó a su casa, pero para nada estaba convencido. Pensó mucho tiempo en el asunto y finalmente le pidió consejo a su padre, para saber qué opinaba sobre esta idea. Éste con mucha sabiduría, le respondió: Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo, creo que es una decisión muy importante para tu vida. Si crees de verdad que puedes llegar a lograr, tu sueño, a pesar de la opinión de tu profesor, hazlo. Mi consejo es que consultes a Dios, si tus deseos están dentro de Su voluntad, nadie en este mundo va a impedir que se haga realidad lo que te has propuesto.

Gracias por tu consejo, papá, creo que tengo la respuesta para el profesor, respondió Marcos. Regresó a la escuela, con el mismo proyecto, se lo entregó al profesor y le dijo: «Usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño» Los niños, que estaban escuchando la historia muy atentamente, recibieron una lección muy importante. Pero eso no era todo, el hombre les dijo:

Esta historia, es mi historia. Ustedes están en la casa que me propuse conseguir cuando era niño, mis sueños, se cumplió hasta el más mínimo detalle. Todavía conservo aquella tarea del colegio como recuerdo y símbolo de una fantasía que se hizo realidad.

Enseñanza.- Jamás trates de robarle un sueño a nadie, simplemente porque tú no lo creas posible, porque un sueño sumado a la voluntad de Dios, siempre es realizable, por más imposible que éste te parezca.y recuerda para Dios no hay nada imposible.





domingo, 6 de abril de 2014



Suegra y Nuera

Una joven llamada Lili se casó y se fue a vivir con su marido y su suegra. Después de un tiempo, no se entendía con ella; sus personalidades eran muy diferentes y Mili fue irritándose con los hábitos de su suegra, por lo que los problemas fueron agravándose.

Los meses pasaron, y las discusiones, eran cada vez más fuertes. De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo, pero Lili, al no soportarla, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.

Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo:  No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas. Deberás darle varias hierbas que irán envenenándola lentamente. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas, ayúdale a resolver sus problemas. Recuerda: Tienes que seguir todas mis instrucciones al pie de la letra. Lili respondió:  Sí, Sr. Huang, haré todo lo que me pida, y regresó para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.

Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente preparada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento; obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.

Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía. En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: –Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra, ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di.

El Sr. Huang sonrió y le dijo: –Lili no tienes por qué preocuparte. Tú suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú. Las hierbas que te di, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que tu empezaste a darle.

Enseñanza.- La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos por eso acuérdate siempre Lo que sembramos recibimos, Ya que la cosecha es segura, tengamos cuidado con lo que sembramos.