sábado, 24 de mayo de 2014


Cuaderno de tapa roja

 Roberto recibe del cartero un telegrama Eran unas palabras breves y precisas: “Tu padre falleció. Lo sepultaremos mañana a las 18 horas. Mamá”. Roberto se quedó como estaba, de pie y mirando al vacío. No sintió dolor, ni derramó ninguna lágrima, era como si hubiera muerto un extraño. ¿Por qué no sentía nada por la muerte de su padre?

 Avisó a su esposa y emprendió viaje hacia la casa de sus padres. Mientras viajaba en silencio sus pensamientos pasaban por su mente a toda velocidad. No tenía deseos de ir al funeral, sólo lo hacía para acompañar a su madre y tratar de aliviar su tristeza.
Ella sabía que padre e hijo no se llevaban bien, desde aquel día de lluvia en que una serie de acusaciones mutuas, obligó a Roberto a irse para no volver nunca más.

 Pasaron los años y Roberto vivía cómodamente. Se había casado y formado una familia, pero sólo se acordaba de su madre para su cumpleaños o alguna festividad. A su padre sin embrago lo había borrado de su mente. Desde aquel fatídico día, jamás lo vio ni habló con él. Jamás pudo superar el odio que sentía hacia él.

En el velatorio se encontró con pocas personas. En un rincón del salón vio a su madre pálida, débil. Se notaba que había sufrido mucho. Tal vez porque siempre deseó que las cosas terminaran de otra manera. Cuando vio a su hijo, lo abrazó mientras lloraba silenciosamente, fue como si de pronto hubiera perdido toda esperanza.

 Después, Roberto vio el cuerpo sereno de su padre. Estaba envuelto por un manto de rosas rojas, como las que al padre le gustaba cultivar. Pero de los ojos de Roberto no cayó una sola lágrima, su corazón herido no se lo permitía. Se quedó con su madre hasta la noche, la besó y le prometió que regresaría con sus hijos y su esposa para que los conociera. Ahora, por fin podría volver a su casa, porque aquella persona que tanto había odiado, ya no estaba en este mundo. Era el fin de la humillación, de las críticas, de los consejos ácidos de un sabelotodo. Por fin podría reinar esa paz que siempre quiso experimentar.

En el momento de la despedida la madre le colocó algo pequeño y rectangular en la mano. Hace mucho tiempo podrías haberlo recibido, le dijo. Pero, sólo después de que él murió lo encontré entre sus cosas más importantes. Roberto no le dio mucha importancia y emprendió el viaje de regreso. Unos minutos después de haber comenzado el viaje, se acordó y quiso averiguar de qué se trataba lo que le había entregado su madre. Después de desenvolverlo con cuidado vio un pequeño cuaderno de tapa roja.

 Era un libro viejo y sus páginas habían quedado amarillentas por el paso de los años y al abrirlo pudo leer en su primera página algo que había escrito su padre:

 • Hoy nació Roberto, pesó casi cuatro kilos. ¡Es mi primer hijo, estoy muy feliz y mi corazón salta de alegría!

 El relato continuó apasionando a Roberto, que con un nudo en la garganta, seguía leyendo:

 • Hoy, mi hijo fue por primera vez a la escuela. Es todo un hombrecito. Cuando lo vi con el uniforme, me emocioné tanto que no pude contener las lágrimas. Le pido a Dios que lo guarde y le de sabiduría para ser un hombre de bien.

 La emoción de Roberto iba en aumento y el dolor de su corazón cada vez era más intenso, mientras por su mente comenzaban a resurgir imágenes del pasado.

 • Roberto me pidió una bicicleta, mi salario no es suficiente, pero él se la merece porque es muy estudioso y dedicado.
 
• Así que pedí un préstamo y se la compré. Espero poder pagarlo con las horas extras.
• La vida de mi hijo será diferente a la mía, yo no pude estudiar. Desde niño me vi obligado a ayudar a mi padre, pero deseo con todo mi corazón que mi hijo no sufra ni padezca situaciones como las que yo viví.

 Roberto no podía creer lo que estaba leyendo, era como si un mar de dolor inundara su conciencia. Vinieron a su mente los recuerdos de su adolescencia, como se quejaba a su padre por no tener bicicleta como sus amigos… y continuó leyendo.

 • Es muy duro para un padre tener que castigar a su hijo, sé que me odiará por esto, pero es la forma en que creo debo educarlo para su propio bien. Fue así como aprendí a ser un hombre honrado y esa es la única forma en que soy capaz de educarlo.

 Roberto cerró los ojos y recordó la noche cuando por causa de una fiesta en su juventud hubiera podido ir a la cárcel. De hecho todos sus amigos pasaron la noche allí. Sólo lo evitó, el que su padre, precisamente esa noche, no le permitió ir al baile con sus amigos.

También recordó otra oportunidad en la que no le concedió permiso para salir. Esa vez el auto en el que debía haber estado, chocó y quedó totalmente destrozado contra un árbol. Le parecía casi oír las sirenas y el llanto de toda la ciudad mientras sus cuatro amigos eran llevados al cementerio.

Las páginas se sucedían con todo tipo de anotaciones, llenas de respuestas que revelaban en silencio, la tristeza de un padre que lo había amado tanto. Por fin llegó a la última página y leyó:

 Son las tres de la mañana, ¿Dios, qué hice mal para que mi hijo me odie tanto?
¿Por qué soy considerado culpable, si no hice nada de malo, solo intenté educarlo para que fuera un hombre de bien? Mi Dios, no permitas que esta injusticia me atormente para siempre. Te pido perdón si no he sido el padre que él merecía tener y deseo de todo corazón que me comprenda y me perdone. Estas fueron las últimas palabras de un hombre que, aunque nadie le había enseñado, a su manera intentó ser el mejor padre.
El mundo quizás podía verle como demasiado duro o intransigente, pero en lo más íntimo de su ser había un hombre tierno y lleno del amor de Dios, que nunca supo cómo expresarlo ni a su propia familia.

 La aurora rompía el cielo y un nuevo día comenzaba, Roberto cerró el cuaderno, se bajó en la primera estación y regresó de nuevo hacia donde habían vivido sus padres. Regresó quizás deseoso de que todo hubiera sido un mal sueño, de poder encontrar a su padre con vida y pedirle perdón por todo el mal que le hizo, pero no...

 Gritó frente a su tumba, hubiera querido poder abrazarlo, pero solo encontró un profundo silencio. Destrozado, fue a ver a su madre. Antes de entrar en la casa vio una rosa roja en el jardín; acarició sus pétalos y recordó como su padre las cuidaba con tanto amor. Esta fue la manera de encontrar paz en su corazón, ya que mientras acariciaba esa rosa, sintió como si acariciara las manos de su padre y descargara su dolor para siempre. Calmado ya, con voz suave se dirigió a su padre muerto: “Si Dios me mandara a elegir, no quisiera tener otro padre que no fueras tú. Gracias por tanto amor y perdóname por haber sido tan ciego”

 Enseñanza.- No permitas que un malentendido nos distancie de nuestros seres queridos las ocupaciones, los problemas y el stress, muchas veces crean un gran vacío en nuestra familia; creo que lo mejor será comprar un cuaderno de tapa roja para poder anotar cada una de las historias que suceden en nuestra familia e ir mejorando cada día.

lunes, 19 de mayo de 2014




LA PARÁBOLA DEL MATRIMONIO

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
Nos amamos - empezó el joven.
Y nos vamos a casar - dijo ella....
Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
Hay algo... dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.
No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.
Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.

Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

¿Volaban alto?- preguntó el brujo.
Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? preguntó el joven ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
No - dijo el viejo-.
Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.
No repitió el viejo. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
Este es el conjuro...

Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS.

Enseñanza.- El AMOR es el alimento de nuestro espíritu, hemos de tenerlo porque en su ausencia, nos  tornamos débiles. Sin amor flaquea la fe en nosotros mismos. Sin amor falla nuestro valor. Sin amor ya no somos capaces de mirar con confianza al mundo. Con amor somos creativos. Con amor avanzamos incansable, Con amor y sólo con amor podemos ver la grandeza a nuestro alrededor.

sábado, 10 de mayo de 2014



LAGRIMAS DE MUJER


¿Por qué lloras mamá? le preguntó un niñito a su madre. Porque soy mujer le contestó la mujer. Pero, yo no entiendo, dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y abrazándolo le dijo, Y nunca lo entenderás… Más tarde el niñito le preguntó a su padre: ¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón? Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón. Era todo lo que el padre le podía contestar.

El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué era que las mujeres lloraban. Un día el niño convertido en hombre se arrodilló y le preguntó a Dios:

Dios: ¿Por qué lloran tan fácilmente las mujeres? Y Dios le dijo: Cuando hice a la mujer tenía que ser algo especial. Hice sus hombros suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente suave para confortar a quien lo necesite. Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.

Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia a pesar de las edades y la fatiga y sin quejarse aun cuando otros se rinden.

Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aun cuando su niño la haya lastimado mucho. Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia e incluso de la edad madura…


Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar las faltas a su esposo y la moldee´ de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón.

Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.

Le di lágrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse más allá de las palabras.

Esa es su única debilidad… lágrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad.

Le doy gracias a Dios por haber creado a la mujer. Le doy gracias a Dios por mi madre, mis hermanas, mis hijas, mis amigas, mis primas…

Y…. a esos hombres que tienen mujeres en sus vidas, que aprendan a valorarlas y a conocerlas en la dimensión en que Dios las creó.


Feliz dia Mama´…!!!


Un Ángel llamado Mama´

Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios:
Me dicen que me vas a enviar a la tierra, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?
Dios le dijo:

Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará.
Pero dime Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
Tú ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
Y ¿cómo entender, Dios lo que la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
Dios le contestó al niño:

Tú ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

Y ¿qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?
Tú ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
Tú ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.

Pero estaré siempre triste, porque no te veré más Dios. Tú ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia aunque yo siempre estaré contigo.

En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente.

Dios mío, Dios mío, si me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?
Dios le contestó:

”Su nombre no importa…. Tú le dirás… Mamá”

Enseñanza.- Muchas maravillas hay en el mundo; pero la obra maestra es el corazón materno, si tienes a tu Madre amala en presente no en pasado ni futuro pasa un Domingo a su lado llévale a su restaurante favorito, al cine o al teatro y demuéstrale cuando la amas. Feliz día a todas las Madres….!!!



domingo, 4 de mayo de 2014


Un joven que buscaba trabajo.


Un joven con un excelente récord académico fue a solicitar un puesto Gerencial en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial y ahora iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio en su CV sus logros académicos y eran excelentes. Y le preguntó: ¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no". ¿Fue tu padre quien pagó tu colegiatura? Mi padre murió cuando yo tenía un año de edad, fue mi madre la que pagó, respondió.

¿Dónde trabaja tu madre? Mi madre trabajaba lavando ropa. El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas. ¿Alguna vez has ayudado a tu madre a lavar la ropa? Nunca, mi madre siempre quiso que estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo. El director dijo: Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu madre, y luego ven a verme mañana por la mañana.

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su madre que le permitiera lavar sus manos. Su madre se sintió extraña, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos de su madre poco a poco. Rodó una lágrima al hacerlo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas y tenían tantos moretones. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que lavaban la ropa todos los días para poder pagar su colegiatura. Los moretones en las manos de la madre eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro. Después de limpiar las manos de su madre, el joven se puso a lavar en silencio toda la ropa que faltaba. Esa noche, madre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director. El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: "¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?" El joven respondió: "lavé las manos de mi madre y también terminé de lavar toda la ropa que quedaba"

"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mi madre, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi madre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia. El director dijo: "Esto es lo que yo busco en un gerente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".

Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres. Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Enseñanza.- Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de piano, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás cortando el césped, por favor que también lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven. Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas."