viernes, 20 de marzo de 2015




El Lobo y el Perro

Un lobo que se encontraba hambriento y a estas alturas muy flaco casi huesos, se encontró a un perro gordo y sano, que andaba recorriendo el bosque. Atacarlo y comerlo hubiera sido lo correcto para el lobo, pero la realidad es que hubiera sido también, una pelea feroz, con un enemigo bien dotado.

El Lobo se le acerca para dialogar y alagar lo bien que se lo veía, a lo que el perro respondió: No estas tan bien como yo, porque no quieres, deja el bosque y a tus amigos. Sígueme y tendrás una vida excelente. Y el lobo preguntó:

¿Y qué tendré que hacer?

Casi nada, dijo el Perro: atacar a quien ponga en peligro al amo; querer a los dueños de casa, y siempre complacerlos. Con algo tan simple como eso que te digo, tendrás las sobras de todas las comidas, huesos de pollos, carne fresca, frutas y verduras; y también cariño, como un elemento extra.

El Lobo, se sintió feliz y lleno de gozo. Mientras caminaban hacia la casa del amo del perro, el lobo se dio cuenta que el perro tenía en el cuello una cicatriz.

¿Qué es eso? preguntó.

Nada

¡Cómo nada!

Una tontería

Pero algo es, esa peladura en el cuello

Será la señal del collar con el que a veces estoy atado.

¡Atado! exclamó el lobo

¿Tú no vas y vienes a donde quieres?

No siempre, pero eso, ¿qué importa?

Importa tanto, que no quiero ni el más grande de los tesoros, por renunciar a mi libertad, Terminó de decir el lobo, y se alejó corriendo, sin mirar atrás.

Enseñanza.- El Don más preciado del hombre es la libertad, y siempre hay que luchar para conservarla, aunque cueste mucho esfuerzo. Ningún halago de la fortuna se compara con el hecho de ser libre, Vale más el duro trabajo en libertad, que el placer en esclavitud.



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