domingo, 3 de noviembre de 2013


RATONERA

Un ratón vivía en una granja. Un día, mirando por un agujero de la pared, vio a un hombre entregando un paquete y una mujer abriendo ese paquete. Rápidamente pensó:

- ¿Qué tipo de comida podría haber allí?

Se imaginó un sabroso queso. Se le hacía agua la boca de pensar que era de sus preferidos.

Quedo aterrorizado, cuando descubrió que era una ratonera. Fue al patio de la casa a advertir a todos:

- ¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!.

La gallina que estaba buscando sus lombrices en la tierra, cacareó y le dijo:

- Discúlpeme Sr. ratón
- Entiendo que sea un gran problema para usted...
- .. Pero a mí no me perjudica en nada, ni me molesta!

Y el ratón se entristeció.

El ratón siguió corriendo buscando ayuda. Llegó hasta el cordero y le dijo:

- ¡Hay una ratonera en la casa!
- ¡Discúlpeme, Sr. ratón
- No veo nada qué pueda hacer, yo como pasto.
- Quédese tranquilo, usted está en mis oraciones!.

El ratón se fue hasta donde estaban las vacas, y le dijeron:

- ¿Qué nos dice Sr. ratón, una ratonera?
- ¿Estamos en peligro por casualidad nosotras?
- ¡Creo que no!

Entonces el ratón se volvió a la casa, cabizbajo y abatido, para encarar solo la ratonera …

Aquella misma noche se escuchó un ruido. Como el de una ratonera agarrando a su víctima. La mujer del granjero corrió a ver qué había en la ratonera. Pero, en la oscuridad, no vio que la trampa había agarrado la cola de una víbora venenosa. La víbora la mordió. El granjero la llevó corriendo al hospital.

La mujer volvió con fiebre. Nada mejor que un buen caldo de gallina. El hombre entonces tomó el cuchillo y fue a buscar al principal ingrediente: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, amigos y vecinos vinieron a verla. Para alimentarlos, hubo que matar al cordero. Pero la mujer no resistió, y acabo falleciendo.

Muchas personas vinieron al funeral. El pobre hombre, muy triste y agradecido por la solidaridad, resolvió matar a las vacas para darle de comer a todos.

¿Os habéis dado cuenta de quien se salvó?

Moraleja: La próxima vez que oigas decir que alguien está enfrentando un problema, ayúdale. No creas que a ti no te afecta. Cuando uno corre peligro, todos corremos peligro.

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